El 8 de marzo, como cada año, el mundo se detiene para reflexionar sobre la posición y el rol de la mujer en la sociedad. Por un lado, se celebran los derechos conquistados por las mujeres y se conmemora la larga historia de lucha para conseguirlos; pero por el otro, se marcha y protesta por lo que falta por conseguir: equidad laboral y salarial, presencia igualitaria en puestos políticos y empresariales, rechazo a la violencia de género y mejores políticas para hacerlo realidad.

Como mujer creo que es una lucha que debe de hacerse en conjunto, no sólo las mujeres, sino todos los que creen en nosotras y son conscientes del rol fundamental que ejercemos en las familias y en la sociedad. Para mí levantar la voz, es exigir mis derechos no solamente el 8 de marzo en una marcha, sino todos los días desde lo que a cada una nos toque vivir. 

Hay muchos temas para hablar de la mujer, sin entrar en la violencia de género, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el rol de la mujer en la sociedad.

Estamos viviendo en una época muy distinta a las primeras mujeres que marcharon hace más de 100 años, hoy la mayoría de las mujeres podemos estudiar, trabajar, votar y formar una familia ejerciendo puestos directivos y políticos. Partiendo de este contexto, los invito a que reconozcamos lo que hemos logrado en estos años. 
Hoy vemos a mujeres seguras de sí mismas y de lo que pueden lograr, sin miedo a emprender, expresar sus ideas o darse a respetar, poniendo límites cuando es necesario. Mujeres que alzan la voz y muestran un punto de vista diferente al masculino, enriqueciendo sus ámbitos laborales y sociales. 
Mujeres embarazadas salen a trabajar con la seguridad que mantendrán su empleo y a una mujer celebrando la maternidad en el show de medio tiempo del Super Bowl LVII.
Madres de familia con mayor información y herramientas para educar y compartir la maternidad con padres presentes e involucrados. 
Mujeres que escriben canciones de desamor como proceso de sanación para darse cuenta que se pueden valer por sí mismas.
Mujeres que a través de sus distintos roles y talentos han influenciado en la cultura y la sociedad.

wild-8m_blog-interior-1


Para mí todo esto es motivo de orgullo, reafirmando que al ser mujeres lo que nos propongamos lo podemos lograr. Somos seres evolutivos y que sabemos sobrevivir ante adversidades, inclusive salir fortalecidos de ellas.

A partir de la transformación de la mujer, la sociedad en general tiene un gran reto. ¿Cómo evoluciona el rol del hombre al incorporar a la mujer en los distintos ámbitos de la sociedad? El hombre se ha tenido que ajustar a esta nueva dinámica, dejando a un lado tabúes,  estereotipos y ha aprendido a convivir de una manera distinta de cómo sus antepasados pensaban y actuaban.

En este re-acomodo es importante aclarar que la mujer no quiere usurpar el rol del hombre porque éste también es importante. Se necesitan ambos puntos de vista, características y cualidades para que, en conjunto, construyamos una mejor sociedad para todos.

Por lo que quiero invitar a los hombres a sumarse a esta lucha en sus espacios de trabajo y gobierno preguntándose sobre qué tanta presencia de mujeres hay y si no la hay, generar las oportunidades para que exista un equilibrio entre hombres y mujeres en esos espacios.

Estoy en el mundo de la publicidad y creatividad, cada vez más mujeres trabajamos en esta industria, esto hace que el talento, creatividad y la inclusión de la mujer llegue a más personas y es nuestro deber cuidar que lo que se publique o hable acerca de la mujer.

wild-8m_blog-cover-02-1


Ahora, pensando a futuro ¿qué pasará con nuestros hijos e hijas?

Aunque los medios nos hablan de las malas noticias, en lo personal tengo una visión esperanzadora de la sociedad con respecto a las nuevas generaciones, específicamente la generación ALPHA (nacidos de 2010 en adelante) ya que ellos vienen a hacer cambios sustanciales en las sociedad porque están siendo educados por padres que ya tienen otra visión del mundo y de los roles. Así que ellos vivirán una mejor versión de la que estamos presenciando, ya no se cuestionan temas básicos y fundamentales y tendrán el equilibrio que se necesita entre hombres y mujeres. Soy mamá de un hombre y tengo la responsabilidad de educarlo con amor e inteligencia emocional, enseñándole a respetar y convivir sanamente con la mujer, dejando atrás actitudes machistas que en nuestra cultura venimos arrastrando; transmitiendo que en los juegos y emociones no hay género.

Para terminar quiero dejarles esta reflexión, sé que todavía hay mucho por recorrer y mucho dolor por lo vivido, por lo que las invito a que llevemos esta marcha a nuestro día a día, que nuestro corazón se pinte de morado y que con nuestra propia vida transmitamos y vivamos lo que queremos lograr como mujeres. También a ser parte del esfuerzo colectivo que ha ido pasando de generación en generación ya que es nuestro deber como mujeres el luchar por nuestros derechos y por las generaciones que vienen.