Cuando eramos niños, solo queríamos escuchar una cosa: ¿salir a jugar? SÍ, ¿juntarte con amigos? SÍ, ¿ir de campamento? SÍ, y por supuesto, el clásico ¿quedarnos viendo nuestro programa favorito durante horas? SÍ.

Ahora que el tiempo ha pasado y trabajamos en la industria de las ideas, ese niño interior que sigue vivo gracias a la diosa creatividad, nos hace querer seguir escuchando SÍ a cada idea, insight o concepto que sea capaz de emocionarnos.

Sin embargo, así como esta industria es hermosa y gratificante, el 80% del tiempo se trata de escuchar un gran NO en toda nuestra cara (o nuestro mail); un constante trato con la nada-querida frustración.

Por eso, en estas breves líneas, intentaré demostrar cómo, desde el peloteo hasta la presentación de las ideas, el rechazo nos ayuda a pulir y explotar nuestra creatividad.

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Bien dijo Yoda, “El mejor maestro, el fracaso es” y, hasta el día de hoy, sigue teniendo toda la razón. Ahora, quiero aclarar que el hecho de recibir un “NO” a una idea o presentación, no significa que hayamos fracasado, sino que hay que volver a la mesa a trabajar.

Por eso, la próxima vez que reciban un NO, abrácenlo, y entiendan por qué ese NO está presente; déjenlo entrar al ‘pimponeo’, porque teniendo al NO, bien sustentando y comprendido por todo el equipo, es como tener al brief pensando junto con nosotros.

Es así que a este punto, salta la pregunta: ¿cómo es que el rechazo, expresado en ese NO, nos va a ayudar a pulir y explotar nuestra creatividad?

Tal vez sea que, como creativos, nos gusta resolver. Como dicen por ahí, si no hay problema, no hay brief. Y un NO, lo que hace, es devolvernos nuevamente a la búsqueda de resolver. Finalmente, nos regala una de las mejores sensaciones que podemos experimentar: sorprendernos a nosotros mismos con lo “nuevo” que somos capaces de hacer.

Hacer. Crear.

El NO nos empuja a preguntar, alzar la mano y darle doble check a todo lo que pensemos; el NO nos hace crecer.

Es así que el rechazo, desde el peloteo hasta la presentación a cliente, es un privilegio personal, una gran oportunidad de vivir una y otra vez la experiencia del auto asombro de las soluciones, observaciones, hallazgos, insights, recursos, narrativas, estilos gráficos e IDEAS que podemos crear.

Creo firmemente que de la creatividad y el rechazo, nació esa constancia que todo creativo necesita para ser cada día mejor.

Así que la próxima vez que les digan que no y los hagan volver a la mesa, recuerden que hecho en el rechazo vive también el efecto WOW que toda vida y creativ@, necesita.